En 1939 la Familia Allende Posse comunica al entonces Arzobispado de la Ciudad de Córdoba, el propósito de crear tal como dispusiera en testamento el Sr. Justiniano Posse, un
instituto destinado a la asistencia de ancianas desvalidas y necesitadas. El deseo del donante fue que este hogar llevase el nombre de Santa Justa, en honor a la Santa Patrona de su madre, Justa Armase de Posse. Monseñor Laffitte, apreciando el carisma camiliano se entrevista con la Rda. Superiora Vice-Provincial,
Sor Amelia Delloye, para conferir la dirección del proyectado hogar a nuestra congregación, ofrecimiento que es aceptado.Las Hijas de San Camilo iniciamos oficialmente nuestra labor en Córdoba el 25 de mayo de 1940, en el solar que fuera dispuesto para Hogar hacer de ancianos y que se encontraba en la calle La Rioja 560 de la ciudad de Córdoba.
Integraban la primera comunidad camiliana en Córdoba, Sor Rosa Tello, superiora, Sor Plácida Magagnini, Sor Elvira Schirato y Sor Josefina Odrizzi.
En sus inicios en este hogar se asistían alrededor de 30 ancianas, en su mayoría carentes de recursos.
A pesar de las ampliaciones que se realizaron en el edificio del hogar, para poder albergar más ancianas, en 1962, siendo superiora de esta comunidad Sor Elvira Schirato, se decide el traslado de esta obra a una nueva propiedad ubicada en el barrio de Argüello, que era una antigua finca de descanso con un amplio y muy arreglado parque. A la edificación se le anexaron dos nuevos pabellones que permitieron aumentar el numero de ancianas atendidas en esta casa.
A principios de 1977 se inician los estudios para una nueva edificación más acorde con las exigencias de las personas atendidas en esta casa. En 1980 se decide la construcción de la nueva sede del Hogar en un predio de 6 hectáreas en Argüello.
Con grandes sacrificios ya gracias al aporte de la Casa Generalicia y de toda la Provincia Camiliana Argentina, siendo superiora de esta comunidad Sor Josefina Odorizzi, el 17 de octubre de 1987, con la presencia de la Rdma. Madre General Serafina Dalla Porta, Rda. Madre Provincial Sor Constantina Guerreschi, su consejo y hermanas de toda la Provincia Argentina, internos, familiares y amigos se inaugura oficialmente el nuevo edificio del Hogar, desde entonces es llamado "San Camilo".
La construcción de aproximadamente 6000 metros cubiertos contempla todos los requerimientos que una eficaz y esmerada atención de ancianos y enfermos exige. Sus amplias habitaciones con baño
privado, sus corredores y salas, consultorios, comedores, sus mobiliarios específicos , y sus hermosos y cuidados parques y jardines, brindan el confort y la calidad integral que tanto beneficia al anciano y que hacen de esta institución un verdadero hogar de todos aquellos que lo habitan. Desde 1988, la comunidad del nuevo
Hogar San Camilo esta a cargo de la Superiora Lidia Dos Santos, que con acertada visión, denodados esfuerzos e incontables sacrificios, ha equipado y provisto a esta institución con los más adelantados equipamientos y servicios que la geriatría ofrece, haciendo de seta casa un centro de atención modelo en la ciudad de
Córdoba. Nuestra obra ofrece servicio de internación con atención medica y de enfermería permanente, servicios médicos especializados, atención kinesiologíca y de fisioterapia, servicio de peluquería y podología, laborterapia, y primordialmente asistencia y acompañamiento espiritual que se experimenta a cada momento y
que distingue al Hogar San Camilo de otros centros de atención. En la actualidad se albergan en esta casa 130 internos en su mayoría con alta dependencia psicofísica, y que son atendidos con solicitud y afecto por la comunidad de 8 hermanas.
La comunidad de las Hijas de San Camilo en Córdoba, asume y cumple hoy con más fuerzas que nunca el compromiso que se sintetiza en estas palabras que nos dirigiera S. S Juan Pablo II: "En un mundo como el de la salud, a menudo herido y contradictorio, debéis ofrecer un testimonio evangélico, coherente y fuerte, capaz de mover los corazones de los enfermos, de sus familiares y de los otros operadores sanitarios para abrirlos a la esperanza y a la vida que viene de Dios..." Para ello seguimos el ejemplo de la Beata Josefina Vannini al hacernos "Buen samaritano" de todo hombre y de toda mujer, encarnado y testimoniado en nuestro ámbito el "Evangelio en el sufrimiento"...
