Historia

   La Congregación de las Hijas de San Camilo, fundada por el Siervo de Dios padre Luis Tezza -de la Orden de los Ministros de los Enfermos- y por la Beata Madre Josefina Vannini, ha recibido del Espíritu Santo -transmitido directamente por San Camilo de Lellis, a través de los Fundadores- el don de testimoniar el amor siempre presente de Cristo a los enfermos mediante el ministerio espiritual y corporal, ejercido aun con riesgo de la vida.
Fundada en Roma el 2 de febrero de 1892, comenzó a extenderse por Italia y en un supremo acto de coraje en 1904 también hasta América.
Desde hacía tiempo la Madre Fundadora planeaba enviar algunas de sus hijas aquí, y, con este objeto dispuso que dos de ellas viniesen a explorar el terreno. La misión no fue fácil. Cuántas vicisitudes y contratiempos tuvieron que soportar estas valerosas hermanas, pero la caridad que ardía en su pecho lo aceptaba todo con alegría, buscando sólo la gloria de Dios y el bien de las almas. Inmediatamente se dieron  de lleno a la asistencia a los enfermos, y una nota característica de su caridad la dieron curando a enfermos contagiosos y privándose de todo auxilio religioso por dos meses, felices de poder tener la ocasión de practicar el cuarto voto. 
El campo de acción y apostolado era inmenso y pocos los operarios. De aquí surgió la necesidad de que otras religiosas de Italia vinieran a integrar la comunidad. Favorecidas por la caridad benéfica de nobles damas, pudieron el día 12 de abril de 1906, zarpar desde Génova a Buenos Aires, ocho religiosas. También el Obispo, Monseñor Espinosa, en fecha 3 de octubre de 1905, había manifestado a la Madre General el deseo de que viniesen las hijas de San Camilo a fundar la nueva casa. El 3 de mayo llegaron felizmente al puerto de Buenos Aires.
Según el registro de las Fundaciones las Hijas de San Camilo cuando llegaron a Buenos Aires, se alojaron en la calle Agüero n
° 685 y en junio del mismo año, 1906, también en San Antonio de Areco, en el asilo San José. La primera morada se hallaba en el ámbito de la Diócesis de Buenos Aires, la segunda de la Diócesis de La Plata; Arzobispo de la capital era Monseñor  Mariano Antonio Espinosa, Obispo de la Plata era Monseñor Nepomuceno Ferrero; Obispo Auxiliar de la Plata era Monseñor Francisco Alberti. 
Desde Roma, Monseñor Ludovico Schuller, delegado del Vicariato ad moniales -había escrito a Monseñor Espinosa en 1904, por invitación del Superior del Pío Conservatorio de las hijas de San Camilo, padre Ferrini; quien con fecha 3 de agosto 1904 escribía a Monseñor: ¨Dos Camilinas....fueron a Buenos Aires para sondear el terreno. Fueron bien recibidas e incluso invitadas a fundar allí algunas casas del Instituto, pero el arzobispo quisiera algún documento proveniente de Roma. Le pido quiera acompañar con una carta de recomendación de su Eminencia el cardenal Vicaro, certificando la existencia en Roma de estas religiosas, cuyo fin es la asistencia a los enfermos en los hospitales y en las casas privadas, prestando en esta última,  servicio totalmente gratuito en base a las Reglas de San Camilo, ésto las hace muy amadas especialmente por los pobres.- Espero que su Eminencia no tendrá dificultad y confío en la eficacia de su palabra...¨ - había enviado al Espinosa, el 9 de abril una comunicación respecto a las Hijas de San Camilo, la noticia está implícita en la carta que el Espinosa enviaba en respuesta al Schuller ( Original en T. V. U.)

 No todo en Buenos Aires y en San Antonio de Areco marchó sin obstáculos y dificultades. Los inicios fueron difíciles, pero la Divina Providencia no les faltó.
Esta obra como todas las de Dios, no podía estar exenta del sello de la cruz y puesto que esta fundación se había iniciado en la fiesta de la Exaltación de la santa Cruz, con ese signo habría de vencer. Y, Dios que no abandona la obra de sus manos sino que la cultiva con amor, envió a su tiempo a su ángel custodio en la persona del Excmo. Arzobispo de la Plata, Monseñor Francisco Alberti, quien luego de informarse minuciosamente de los contratiempos que oprimían a las pequeñas comunidades, las tomó bajo su paternal protección con tanto interés que fue desde entonces su sostén y amparo. 
Otro amigo y consejero lo tuvieron en el padre Bonifacio, Superior de los Carmelitas, quien se ofreció a predicar gratuitamente.
También el padre Agustín de las Casas, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, les ofreció todo lo necesario para la capilla, enviándoles cada día un sacerdote para la Santa Misa.
Para poder recibir pensionistas enfermas el 15 de febrero de 1907, alquilaron una casa más grande en la calle Ayacucho N° 656. Pero por tres años, desde 1908 hasta 1913, la Municipalidad de Buenos Aires les facilitó una casa para vivienda en la calle Charcas N° 3025. 
Las religiosas se dedicaron a la asistencia domiciliaria gratuita y comenzaron a alojar enfermas crónicas, impotentes y ancianas.  

Las Memorias de la Fundación, precisan tres fechas importantes:
 

  
24 de agosto de 1906, formal consentimiento a las Hijas de San Camilo para abrir una casa en Buenos Aires, por parte del Arzobispo Monseñor Espinosa;  
   19 de octubre de 1906 inauguración de la casa-hospicio para ancianos en San Antonio de Areco;  
  
 29 noviembre 1906, los primeros Santos Ejercicios Espirituales.  
El 2 de enero de 1907, invitadas por Monseñor Alberti, tres religiosas asumieron el servicio en el Hospital de San Pedro y en julio de ese mismo año el Hospital Crespo que contaba con 150 camas; permanecieron hasta diciembre de 1909, cuando el nosocomio fue trasladado a un predio más extenso ( Hospital Torcuato Alvear ). 
El 1 de abril de 1909, las religiosas aceptaron también la dirección del Sanatorio Gutiérrez, pero debieron abandonar el asilo de San Antonio de Areco. En el Sanatorio Gutiérrez, trabajaron durante 20 años con libertad y provecho espiritual y profesional pero debieron retirarse el 2 de septiembre de 1929, por incompatibilidad con el nuevo director. 
En marzo de 1913, a pedido de la Municipalidad, iniciaron el servicio en el Hospital Carlos Durand, con alrededor de 500 camas. 
En 1920, las religiosas se trasladan a la calle Medrano N° 322. 
En 1921 las hermanas prestaron servicio en el Hospital de Rufino, Provincia de Santa Fe.
El 1 de octubre de 1924 se inaugura la Casa Noviciado, sede Provincial de Argentina y Hogar de ancianas; este terreno fue donado por la Srta. Inés Nazar y es el ubicado en la actual Avenida Ángel Gallardo N° 861.
En la asistencia domiciliaria se constató la situación de numerosas niñas mal alimentadas y predispuestas a la tuberculosis, enfermedad en la que irremediablemente caían por carecer de recursos, medicamentos y posibilidades de lugares con aire de altura propio para prevenirla. Se pensó en la fundación de un Preventorio como los existentes en Europa, idea que pudo llevarse a cabo mediante una donación realizada para ese fin por el Señor Jorge Atucha de una propiedad en Molinari -Sierras de Córdoba- Desde 1932 comenzó a funcionar, pero pasando el brote álgido de tuberculosis hasta desaparecer, se recibieron ancianas carenciadas, las cuales reciben atención hasta el día de hoy, y es conocido como Hogar San Camilo.
En 1940, se abrió el Hogar Santa Justa en Córdoba para personas carenciadas.

El 3 de mayo de 1956 se bendijo la piedra fundamental de lo que hoy es la Clínica San Camilo, y el 25 de mayo de 1961 se inauguró, después de tantas contrariedades y sacrificios. 
El 29 de septiembre de 1956 se asumió el servicio en el Hospital María Clara Morgan, en San Antonio de Areco.
El 10 de marzo de 1967 tuvo inicio en la sede Provincial la Escuela de Enfermería -que en la actualidad cuenta con cursos de Auxiliares, Profesionales, Profesorado en Enfermería, Técnicos en Laboratorio e Instrumentación Quirúrgica.
El Instituto, abierto a los signos de los tiempos ha visto la necesidad de brindar ayuda en zonas carenciadas y es así que en 1980 iniciamos el servicio de asistencia espiritual en el Hospital de Santiago del Estero y desde 1982 nos hallamos presentes en las Provincias de Chaco (Resistencia) prestando servicio en un centro asistencial, hospitales psiquiátricos, comedores infantiles, asistencia domiciliaria, etc.; en 1985 en  Puerto Tirol, con un centro de animación vocacional, poniendo a disposición la casa para encuentros, retiros, etc, brindando asistencia en las casas privadas.
Nuestra casa de formación se halla en la localidad de San Miguel, Provincia de Buenos Aires.

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